Las inyecciones intracavernosas son útiles para dos aspectos de la disfunción eréctil:

¿Cuándo considerar el tratamiento con inyecciones intracavernosas?

Se considera un tratamiento de segunda línea, esto es, se ofrecen cuando han fallado otros tratamientos más conservadores: la modificación del estilo de vida, los fármacos orales y los geles tópicos. Generalmente se ofrece a pacientes que no responden a los medicamentos vía oral o si éstos están contraindicados.

Algunos hombres son reacios a las inyecciones en el pene. Sin embargo, este procedimiento es muy poco doloroso y muy eficaz. Para facilitar el aprendizaje del tratamiento y evitar problemas, es absolutamente recomendable que el profesional sanitario eduque al hombre que va a usarlo.

Además, la eficacia de las inyecciones es muy alta. Entre el 70 y el 90% de hombres con problemas de erección responden positivamente a las inyecciones.

¿Cómo funcionan?

El alprostadil tiene un mecanismo de acción distintos al de los fármacos vía oral. Éstos, para ser útiles, requieren de la existencia de estímulo erótico. Las inyecciones, por otro lado, son útiles y eficaces aún cuando el hombre no esté en una situación sexual. Sin embargo, aunque en muchas ocasiones este requisito no es necesario, no hay ninguna duda que la eficacia del fármaco va a ser mejor si el entorno es propicio.

El mecanismo de acción es directo. Es decir, la prostaglandina que contienen las inyecciones intracavernosas es un donante de óxido nítrico -un potente vasodilatador- que al inocularse en el pene va a producir dilatación de los vasos sanguíneos, y por tanto erección.

La inyección tiene que aplicarse unos 15 minutos antes del sexo, directamente sobre el pene. La duración de acción suele ser de aproximadamente 1 hora, aunque existen substancias que pueden prolongar ese efecto.

¿Cómo se ponen las inyecciones intracavernosas?

Es posible instruir, tanto al paciente como a su pareja, a inyectar el fármaco. Para evitar problemas, siempre debe ser instruido antes de utilizar por primera vez cualquiera de estos fármacos por un profesional con experiencia.

La inyección debe ponerse en la base del pene en cualquiera de los laterales. Entre las 2 y 4 horas del reloj o entre las 8 y las 10, para así evitar dañar la uretra o pinchar los vasos del pene. Inmediatamente tras la punción, se debe aplicar un poco de presión durante unos segundos sobre el punto de inyección para evitar hematomas.

¿Cuándo se deben evitar?

Si se presenta hipersensibilidad a alguno de sus componentes, riesgo de priapismo (erección mantenida durante horas en ausencia de estimulación), o si se toma medicación anticoagulante.

¿Qué efectos secundarios tienen?

El efecto secundario más frecuente es el dolor en la erección. Sucede en 1 de cada 10 inyecciones y se resuelve cuando cede la erección. Con el tiempo se suele hacer más tolerable. El urólogo puede utilizar combinaciones de fármacos para disminuir este efecto.

La reacción adversa más seria, aunque poco frecuente, es el priapismo. Si la erección se mantiene durante más de cuatro horas, aparte de acompañarse por dolor, puede dañar las células de músculo liso de los vasos del pene, provocar necrosis y empeorar la disfunción eréctil.

En nuestra Unidad de Andrología y Cirugía Reconstructiva le daremos unas instrucciones detalladas de qué hacer para evitar llegar a este extremo. Es muy importante acudir a urgencias si la erección no cede tras las 3 horas y las maniobras recomendadas, ya que se puede tratar con eficacia con la inyección de un antídoto.