Una infección es el proceso en el que un microorganismo patógeno, como pueden ser virus, bacterias, hongos o parásitos, invade a otro llamado hospedador y se disemina dentro del organismo. Las infecciones del tracto urinario son aquellas que afectan a los riñones, los uréteres, la uretra y la vejiga, aunque la mayoría ocurre en las vías urinarias inferiores: la vejiga y la uretra. La infección de los riñones (pielonefritis) es menos común, pero más grave. En los hombres también pueden afectar a próstata y testículos.
Las mujeres tienen mayor riesgo de contraer una infección de las vías urinarias que los hombres y muchas sufren más de una durante su vida. En un 2% de las pacientes puede ser muy frecuente, obligándole a tomar medidas preventivas. El principal motivo por el que las mujeres sufren más infecciones de orina que los hombres es porque ellas tienen la uretra más corta, acortando la distancia que las bacterias deben atravesar para alcanzar la vejiga. Asimismo, algunos anticonceptivos y la menopausia se han descrito como factores de riesgo.
Es importante tratar las infecciones urinarias, no solo para paliar los síntomas, sino también para evitar complicaciones como infecciones recurrentes, daño renal, estenosis de uretra en hombres o septicemia, que es una complicación potencialmente mortal de una infección que puede ocurrir especialmente si la infección se extiende por las vías urinarias hasta los riñones.
Cuando la infección del tracto urinario afecta a la vejiga puede provocar síntomas molestos como dolor o ardor al orinar, sentir la necesidad de orinar con frecuencia a pesar de que la vejiga esté vacía, sangrado en la orina, presión o retortijones en la parte inferior del abdomen, entre otros. Cuando la infección afecta a los riñones los síntomas pueden ser más graves, tales como fiebre, escalofríos, náuseas o vómitos, o dolor en la parte baja de la espalda o en el costado.
La mayoría de las infecciones urinarias pueden tratarse en la casa con antibióticos recetados por un médico. Sin embargo, algunos casos podrían requerir tratamiento en el hospital.
¿Cómo reducir el riesgo de sufrir una infección urinaria?
Las infecciones de orina pueden llegar a limitar las actividades cotidianas, ya que hay personas que no quieren ir a la piscina o la playa, no quieren hacer excursiones o restringen su vida sexual. Para reducir el riesgo de sufrir una infección de las vías urinarias se pueden adoptar algunas medidas como:
- Beber abundantes líquidos, sobre todo, agua: beber agua te ayudará a orinar con más frecuencia, permitiéndote expulsar las bacterias de las vías urinarias antes de que pueda comenzar la infección.
- Asearte de delante hacia atrás después de orinas y defecar: esto evitará que las bacterias de la región anal se propaguen a la vagina y la uretra.
- Vaciar la vejiga después de tener relaciones sexuales y bebe un vaso lleno de agua para ayudar a expulsar las bacterias.
- Cambiar tu método anticonceptivo. Los diafragmas o los condones sin lubricante o con espermicida pueden contribuir al crecimiento de bacterias.