Afortunadamente, la mayoría de estos tumores (en torno al 75% de los casos) se diagnostican en un estadio no músculo-invasivo, es decir, cuando la raíz aún no ha llegado al músculo de la vejiga, llamado músculo detrusor. Sin embargo, uno de los principales problemas de este cáncer es su alta tasa de recurrencia y de progresión. Es decir, que el tumor tiende a reaparecer y, en algunas de estas recaídas, puede llegar a invadir el músculo.
Por este motivo, es importante realizar revisiones periódicas para descartar su reaparición, aún después de haberse sometido a tratamientos de lavados intravesicales con instilaciones de quimioterapia o de inmunoterapia BCG (bacilo de Calmette-Guérin) a través de sonda.
El cáncer de vejiga es una enfermedad originada en la capa que recubre la vejiga por dentro, capa que también se encuentra en los uréteres y que llega a los riñones. Por tanto, también es necesario revisar periódicamente el tracto urinario superior -desde la vejiga hasta los riñones- para comprobar si ha habido recaídas o aparición de nuevos tumores en esta zona.
La vejiga urinaria es un órgano muscular hueco encargado de almacenar la orina para su posterior vaciamiento. La orina se produce en los riñones y llega a la vejiga a través de unos conductos llamados uréteres. Una vez almacenada en la vejiga, el músculo vesical o músculo detrusor -capa de músculo que forma parte de la pared de la vejiga urinaria- se contrae y provoca la expulsión de la orina a través de la uretra.
En su interior, la vejiga cuenta con una delgada capa que la recubre por dentro: el urotelio. Inmediatamente después del urotelio se encuentra la Lámina Propia, un tejido que está rodeado por el músculo vesical, cubierto a su vez por grasa y por una membrana en su superficie llamada peritoneo.
El cáncer se caracteriza por el desarrollo de células anormales que se dividen, crecen y se diseminan descontroladamente. Las células normales se dividen y mueren durante un periodo de tiempo programado. Sin embargo, las células cancerosas pierden la capacidad de morir y se dividen sin control. Esta multiplicación de células llega a formar unas masas llamadas tumores.
En el cáncer de vejiga, la transformación de células normales a cancerosas se suele originar en el urotelio. Afortunadamente, en la mayoría de los casos se diagnostica antes de que las raíces del tumor traspasen el urotelio y la capa siguiente, la Lámina Propia, y por tanto no han invadido la capa muscular. Estos son los denominados tumores no musculo-infiltrantes de vejiga. Son tumores malignos, pero su localización les concede la característica de ser no invasores, es decir, que no se han extendido a la capa muscular.
Los tumores que llegan a invadir la capa muscular, llamados tumores musculo-infiltrantes, representan mayor riesgo y cuentan con menos opciones terapéuticas y más agresivas.
Se dice que un cáncer es recurrente cuando reaparece tras haber aplicado un tratamiento. La recurrencia o recidiva puede ser local, ubicado donde comenzó o cerca de esta zona, o a distancia en forma de metástasis, propagado hacia otros órganos o huesos.
Ureteral metastasis of a prostatic adenocarcinoma
Cistectomia radical mediante cirugía robotica Da Vinci para una máxima precisión y mínima agresividad.
Formación sobre las controversias en tumor vesical no músculo invasivo y de vía urinaria alta, de la mano del Dr. Félix Guerrero Ramos en la AEU
El sangrado en la orina, escozor al orinar o la sensación de vaciado incompleto.
Cuando el sangrado se percibe a simple vista hay que estudiarla siempre. Cuando es microscópica, es decir, que no es perceptible a la vista, cuando hay que estudiarla siempre que sea significativa (más de 3 hematíes por campo) especialmente en pacientes con factores de riesgo: mayores de 40 años o fumadores o expuestos a determinadas sustancias de tinte o pintura.
En general es bueno. Son tumores que se suelen diagnosticar antes de que infiltre el músculo, permitiendo conservar la vejiga. El problema reside en que es una enfermedad crónica que tiene recurrencia y hay recaída con el tiempo. Necesita muchas revisiones y tratamientos y que el paciente se adhiera sin saltarse las revisiones que puedan derivar en metástasis.
Por lo general, cuando los tumores son músculo-invasivos y no han llegado a trasladarse, sino que están localizados en la vejiga, hay que extirpar la vejiga y derivar la orina con una bolsa hacia la piel. En pacientes muy seleccionados y con unas características específicas del tumor, se pueden emplear diferentes técnicas de neovejiga.