El cáncer de testículo se produce cuando las células comienzan a crecer sin control en los testículos. Para comprender este cáncer, es útil conocer la estructura normal de los testículos y su función.
Los testículos son dos órganos del sistema reproductor masculino que se ubican dentro de un saco de piel llamado escroto que cuelga debajo de la base del pene. Sus dos funciones principales son:
Las células espermáticas se producen en conductos largos y finos ubicados dentro de los testículos llamados túbulos seminíferos. Estas células se almacenan y maduran en el epidídimo, un pequeño tubo enrollado que se encuentra detrás de cada testículo.
Durante la eyaculación, las células espermáticas se trasladan desde el epidídimo por el conducto deferente hasta llegar a las vesículas seminales, donde se mezclan con líquidos producidos por las vesículas seminales, la glándula prostática y otras glándulas para formar el semen. Por último, este líquido entra en la uretra (conducto dentro del pene por donde pasa la orina y el semen) para salir al exterior.
El cáncer de testículo se manifiesta habitualmente como una masa escrotal, no dolorosa, de aparición reciente. En algunos casos, el tumor de testículo puede debutar metastásico, por progresión local, retroperitoneal o metástasis a distancia. En ese caso, los síntomas dependerán de la localización del tumor.
Existen varios tipos de tumor de testículo. Su pronóstico y naturaleza es diversa, y en función de su tipo histológico van a responder mejor a ciertos tratamientos.
La mejor prueba diagnóstica inicial es la exploración física y la ecografía escrotal. La ecografía testicular es el sistema gold standard y arroja mucha información sobre la existencia o no de tumor, la afectación local que produce y la invasión de órganos vecinos.
En caso de sospecha por exploración o ecografía de tumor de testículo, el siguiente paso es la realización de marcadores tumorales, que tienen poder diagnóstico y pronóstico. Se suelen realizar antes de la cirugía (Beta-HCG, alfa-fetoproteína, LDH) y también durante el seguimiento de la enfermedad. Además, es importante solicitar un TAC tóracoabdominal para detectar la presencia de ganglios o metástasis, que el cáncer de testículo produce precozmente.
El tratamiento se realiza habitualmente mediante cirugía. El primer paso es la extirpación total o parcial del testículo. Generalmente se opta por la primera, aunque es posible realizar con seguridad cirugía parcial siempre que el tumor no sea mayor que un tercio del testículo.
La orquiectomía se lleva a cabo a través de una incisión inguinal. Se controlan precozmente las estructuras del cordón para evitar la emisión de células tumorales, y se extirpa la masa turmoral. Se puede optar por la colocación de una prótesis de pene, con fines cosméticos, en función de la preferencia de cada hombre.
El postopetarorio suele ser corto y benigno. Es habitual que el paciente pueda ser dado de alta incluso el mismo día de la cirugía, siendo citado a consulta en aproximadamente 15 días para comunicarle el resultado de la biopsia.
En los casos de cáncer de testículo de alto riesgo o que presenta metástasis o adenopatías en el momento del diagnóstico, generalmente se aplica la quimioterapia de manera muy eficaz. Incluso en casos avanzados, es una enfermedad curable gracias a la combinación de quimioterapia y, en ocasiones, también radioterapia y cirugía.
Sin embargo, el tumor testicular puede reaparecer rápidamente por lo que los controles, de inicio, tienen que ser muy intensos y exhaustivos.
Como consecuencia de la cirugía y la quimioterapia para el tratamiento del cáncer de testículo, los hombres pueden sufrir distintos efectos secundarios:
Pueden ser muchas cosas. El tumor de testículo es poco frecuente, pero sabemos que un diagnóstico a tiempo es curativo casi al 100%. Por tanto, pide visita para que podemos explorarte y hacerte una ecografía.
Si, la gran mayoría de los cánceres de testículo se curan. Cuanto antes hagamos el diagnóstico, más posibilidades de curarlo con el mínimo tratamiento.
Primero hacemos cirugía para determinar el tipo de tumor y su extensión local. Después, en función de varios factores, puede ser que hagan falta otros tratamientos.
Es una posibilidad, aunque no es siempre así. Muchos hombres jóvenes preservan esperma antes de la cirugía para poder disponer de espermatozoides sanos en el momento que se planteen tener descendencia.
Metastatic testicular cancer presenting with hematuria and flank pain