La subfertilidad se define como la incapacidad de una pareja sexualmente activa y sin métodos anticonceptivos de conseguir un embarazo espontáneo durante 1 año.
La infertilidad primaria se refiere a las parejas que nunca han tenido un hijo y no pueden lograr un embarazo tras al menos doce meses consecutivos manteniendo relaciones sexuales sin utilizar métodos anticonceptivos. La infertilidad secundaria se refiere a las parejas infértiles que han podido lograr un embarazo al menos una vez antes.
Es necesario diferenciar la infertilidad del aborto recurrente, en el que existen dos o más abortos que no llegan a término.
Una de cada ocho parejas tiene problemas al intentar concebir un primer hijo y una de cada seis al intentar concebir un hijo posterior, por lo que es una situación muy habitual en la práctica clínica.
En el 50% de las parejas se encuentra un factor asociado a la infertilidad masculina, normalmente junto con parámetros seminales anormales. Por esta razón, todos los pacientes varones deberían someterse a una evaluación médica por parte de un urólogo con formación en reproducción masculina.
La fertilidad masculina puede verse afectada como consecuencia de múltiples factores:
- Anomalías urogenitales congénitas o adquiridas: problemas o cirugías de próstata, vasectomía.
- Radioterapia o quimioterapia.
- Tumores malignos.
- Infecciones del tracto urinario.
- Aumento de la temperatura escrotal (por ejemplo, como consecuencia de un varicocele)
- Alteraciones endocrinas.
- Anomalías genéticas.
- Factores inmunológicos.
En el 35% de los casos de subfertilidad en hombres, no se encuentra ningún factor asociado que explique la alteración de los parámetros espermáticos (estudiados en un seminograma), lo que históricamente se ha denominado infertilidad masculina idiopática. En estos hombres no se encuentra historia previa de enfermedades que afectan a la fertilidad y tienen resultados normales en la exploración física y en las pruebas de laboratorio endocrinas, genéticas y bioquímicas, aunque el análisis del semen revela hallazgos patológicos.
La edad paterna avanzada ha surgido como uno de los principales factores de riesgo asociados al aumento progresivo en la prevalencia de la infertilidad por factor masculino.
En todo hombre con problemas de fertilidad se debe realizar una historia clínica y reproductiva completa, exploración física, seminograma y análisis hormonal, además de análisis de semen específicos o pruebas de imagen en los casos necesarios.
Nuestra Unidad de Andrología, compuesta por cuatro Andrólogos de reconocido prestigio: Javier Romero Otero, Borja García Gómez, Esther García Rojo y Manuel Alonso Isa ofrece un trato personalizado del más alto nivel, e independientemente de cuál sea su caso. Tras realizar un estudio del varón subfértil le ayudará a establecer las posibles causas y ofreceremos la alternativa terapéutica adecuada.