La neumaturia es la existencia de gas en la orina. Sugiere la existencia de una fístula entre el aparato urinario y el intestino. Las posibles causas son: tumores de colon-sigma, diverticulitis, enteritis regionales (inflamación prolongada del tubo digestivo, habitualmente del intestino delgado y colon), partos, iatrogenia producida especialmente por radioterapia (cualquier tipo de alteración del estado del paciente producida por el médico).
En el tubo de orina no hay aire, por lo tanto, la expulsión de aire con la orina indica que existe alguna alteración. Entre las causas más importante, hay que descartar, como se ha mencionado, la existencia de una fístula urinaria, esto es una comunicación con el tubo digestivo.
En hombres, la principal causa de la fístula rectal es la cirugía prostática o cirugía de recto, como complicación del tratamiento del cáncer de próstata o recto. Aunque otros procedimientos sobre la próstata o aparato digestivo también pueden producirla en menor medida.
En mujeres, puede aparecer tras el parto o tumores ginecológicos de útero, ovarios o vagina, intervenciones de incontinencia urinaria, colocación de mallas para prolapso o extirpación de divertículos uretrales. Actualmente, la existencia de fístula tras partos y cesáreas es muy raro en países desarrollados, encontrándose principalmente casos procedentes de países con limitaciones en sus sistemas sanitarios. En ambos sexos, también puede darse como consecuencia de tumores digestivos (recto, sigma) o radioterapia.
Otras causas de la neumaturia pueden ser cuadros infecciosos que producen aire, como es el caso de la cistitis enfisematosa. Se trata de una grave infección urinaria producida por bacterias productoras de gas que se caracteriza por la existencia de aire en las paredes de la vejiga. Es una entidad muy rara, pero también es un cuadro grave que requiere tratamiento urgente. Suele ser más frecuente en pacientes diabéticos.
¿Cómo se detecta la neumaturia?
La neumaturia es un síntoma que refiere el paciente cuando detecta la expulsión de aire por la uretra. El enfermo siente un borboteo o ruido en la zona distal de la uretra al final de la micción y percibe espuma o burbujas en las últimas gotas.
La fístula de la vía urinaria con el recto, además de provocar neumaturia, puede producir otros síntomas como escapes de orina involuntarios, infecciones de orina de repetición, emisión de orina por el recto y/o la emisión de heces por la uretra (fecaluria). La fístula puede comprometer la comunicación del aparato urinario con otras estructuras, diferenciándose uretrovaginal, vesicovaginal, ureterovaginal y vesicouterina.
¿Cómo aliviar los síntomas de la neumaturia?
En sí misma, la neumaturia no suele ser dolorosa. En caso de fístula urinaria suele colocarse una sonda vesical para evitar la incontinencia y, en caso de fístulas de pequeño tamaño, puede ayudar al cierre de la misma.
¿Cómo tratar la neumaturia?
Para tratar la neumaturia hay que tratar la causa que lo produce. En caso de fístulas urinarias, suele requerirse cirugía. Dependiendo de los órganos implicados, la localización, los antecedentes del paciente y el tamaño de la fístula puede operarse por distintas vías. Las más comunes son, en el caso de la mujer, a través de la vagina, y en el caso del hombre, a través del periné (espacio entre los testículos y el ano). En el caso de fístulas grandes, reintervenciones, antecedentes de radioterapia u otras circunstancias puede requerir un abordaje abdominal laparoscópico o abierto.
En la mayoría de pacientes, siempre que no existan antecedentes de radioterapia, se puede obtener la curación en una única intervención. No obstante, hay muchos otros factores que pueden influir en estos resultados del tratamiento como son la duración de la fístula, la causa o el tipo de cirugía que se ha necesitado.
Tras la operación se necesitará una sonda por vía uretral y, en ocasiones, la colocación de otra sonda llamada suprapúbica (a través de la piel, en la zona entre el ombligo y el pubis). Suelen mantenerse mientras cicatrizan los tejidos, generalmente entre 2 y 4 semanas. Antes de retirar las sondas se realiza una prueba con contraste (uretrocistografía) para confirmar que la fístula está cerrada.
La alternativa de no operar es válida, pero obliga al paciente al uso de absorbentes (pañales, compresas…) o a llevar una sonda de forma permanente con sus posibles complicaciones asociadas (sangrado, infección, mala tolerancia).
Factores de riesgo
Los factores de riesgo para la existencia de neumaturia son los mismos que las causas que lo producen, entre ellos, cirugías a nivel vesico-rectal -especialmente cirugías de tumores avanzados- o partos complicados.
La existencia de radioterapia es, en sí misma, un factor de riesgo. La radioterapia es un tratamiento eficaz en múltiples tumores.