La circuncisión es una cirugía para extirpar la piel que cubre la punta del pene, llamado prepucio. Este procedimiento no afecta la fertilidad y, en general, no se cree que aumente o disminuya el placer sexual para los hombres o sus parejas.
La operación de circuncisión es bastante frecuente entre los recién nacidos varones de determinadas partes del mundo como parte de un ritual religioso o una tradición familiar. Aunque también es posible realizarla después del período neonatal.
En nuestra cultura, esta práctica se realiza, principalmente, por la necesidad médica revertir la fimosis, es decir, en los casos en los que el prepucio es demasiado estrecho y es posible retraerlo sobre el glande. Esto puede provocar la acumulación de residuos y la aparición de infecciones, ya que es complicado realizar una buena la higiene. En otros casos, especialmente en algunas partes de África, se recomienda a los niños mayores o los hombres con el objetivo de reducir el riesgo de contraer infecciones de transmisión sexual.
Por el contrario, si el pene está sano y el prepucio puede retraerse, se puede realizar un adecuado cuidado del pene y no tiene por qué ser necesaria la circuncisión. Aún así, esta cirugía puede traer algunos beneficios:
- Facilita la higiene íntima. Es más fácil lavar el pene y se elimina por completo la acumulación de orina, esperma y otro tipo de secreciones. No obstante, a los niños no circuncidados y sus padres se les enseña a lavar el pene por debajo del prepucio.
- Previene problemas en el pene, como la fimosis. Ocasionalmente, puede ser difícil o imposible retraer el prepucio del pene no circuncidado (fimosis). Esto puede provocar inflamación en el prepucio o en la cabeza del pene.
- Reduce el riesgo de infecciones urinarias. Aunque el riesgo de padecer de infecciones de orina en hombres es bajo, son más frecuentes en hombres no circuncidados. Las infecciones graves en las primeras etapas de la vida pueden causar problemas renales a largo plazo.
- Reduce el riesgo de contraer infecciones de transmisión sexual. Los hombres circuncidados podrían tener un menor riesgo de contraer infecciones de transmisión sexual. Aún así, las prácticas sexuales seguras siguen siendo esenciales.
- Reduce el riesgo de padecer cáncer de pene. Si bien el cáncer de pene es poco frecuente, lo es menos aún en hombres circuncidados. Asimismo, el cáncer del cuello del útero es menos frecuente en las parejas sexuales femeninas de los hombres circuncidados.
La circuncisión podría no ser una opción si existen trastornos en la coagulación de la sangre o en casos de bebés prematuros que requieren de atención médica en el hospital o bebés que nacen con anomalías en el pene.
Riesgos de la circuncisión
La circuncisión es una intervención quirúrgica segura. Aún así, como en todo procedimiento médico, también pueden surgir alguna complicación. Entre las más más comunes se encuentran:
- Bajo riesgo de sangrado o infección
- Dolor que puede reducirse con analgésicos
Algunos mitos y verdades sobre la circuncisión
Mito: El glande pierde sensibilidad.
Verdad: al quitar el prepucio, el glande queda expuesto, pero no afecta a la sensibilidad. Solo durante los primeros días posteriores a la intervención quirúrgica puede haber pérdida de sensibilidad.
Mito: Puede dañar el meato o dar problemas para orinar.
Verdad: si se realizada por un cirujano experto, el meato no sale dañado.
Mito: Afecta en la vida sexual.
Verdad: no tiene por qué haber consecuencias negativas para la erección, el tamaño del pene o en la sexualidad.
En ROC Clinic, desarrollamos e investigamos sistemas para ofrecer el mejor tratamiento de la fimosis. En adultos, la operación de circuncisión con grapadora ha pasado a ser el nuevo standard de tratamiento para la fimosis por sus buenos resultados cosméticos una mejor evolución postoperatoria.
Contacta con nosotros para valorar tu caso y recomendarte el tratamiento más adecuado para ti.