La terapia con Indiba (Radiofrecuencia Monopolar Capacitiva / Resistiva a 448 kHz) es una técnica electrotérmica no invasiva e inocua basada en la aplicación de corrientes eléctricas que induce hipertermia (aumento de la temperatura) en los tejidos tratados.
En Urología, se utiliza, principalmente, para el tratamiento de la prostatitis abacteriana en hombres y las afecciones del suelo pélvico en hombres y mujeres, pero también tiene otras aplicaciones en el tratamiento de cicatrices quirúrgicas, la enfermedad de Peyronie, el síndrome de eyaculación dolorosa y otros síndromes de dolor pélvico.
Los síntomas relacionados con la prostatitis representan uno de los diagnósticos más frecuentes en varones menores de 50 años que acude a una consulta de Urología. Hasta el 10% de la población masculina puede presentar síntomas relacionados con este síndrome en algún momento de su vida, con una prevalencia global estimada de hasta el 7.1% de la población masculina.
Existen 4 tipos de prostatitis:
La terapia con Indiba se emplea para tratar la prostatitis del tipo crónica abacteriana o síndrome de dolor pélvico crónico.
Históricamente, se han descrito múltiples posibles tratamientos para la prostatitis crónica abacteriana, desde tratamientos orales con antibióticos y antiinflamatorios, hasta terapias más complejas como la termoterapia transrectal, pero en la actualidad no está claro qué secuencia de tratamientos son los ideales para tratar esta enfermedad.
Actualmente, existen otras opciones terapéuticas como las ondas de choque de baja intensidad (ESWT), la fisioterapia del suelo pélvico, o la terapia con Indiba. Esta última, además de emplearse para el tratamiento de la prostatitis crónica abacteriana, ha demostrado ser efectiva para otras afecciones crónicas como la osteoartritis, las tendinopatías y la enfermedad de Peyronie, con una disminución significativa del dolor e inflamación y una mejora de la extensibilidad de los tejidos gracias a sus efectos térmicos.
No se han descrito efectos secundarios derivados de la aplicación de Indiba en la intensidad y dosis recomendadas por el fabricante, más allá de enrojecimiento cutáneo o sensación de calor durante su administración.
La frecuencia de 448 kHz clínicamente probada de INDIBA aporta una variedad de beneficios:
La terapia de Radiofrecuencia Monopolar Capacitiva / Resistiva a 448 kHz con Indiba se usa en la práctica clínica en pacientes con prostatitis crónica abacteriana debido a su efecto microcirculatorio, analgésico y antiinflamatorio, tanto en la próstata como en la zona uretral y suelo pélvico.
El suelo pélvico es un conjunto de músculos, tejidos y ligamentos ubicados en la base del abdomen. Su función es mantener los órganos de la pelvis (vejiga, uretra, útero, vagina, próstata, vesículas seminales, recto, conducto anal y aparato esfinteriano) en la posición correcta.
El suelo pélvico se sostiene, en un extremo, por el hueso sacro y, en el otro, por el pubis. Se trata de una estructura adaptable al movimiento y a los cambios de postura mientras conserva su adecuada tensión.
Esta estructura se puede ver debilitada, sobre todo en mujeres, debido a factores asociados a la edad, el embarazo, parto, postparto, deportes de alto impacto y estreñimiento crónico. Por este motivo, es importante ejercitar y cuidar el suelo pélvico para evitar problemas como la incontinencia urinaria o fecal, el prolapso (abultamientos o caída del recto o la vagina), la disfunción sexual o dolor lumbar o pélvico.
Si se dan algunos de estos síntomas, es importante acudir al especialista cuanto antes para evitar agravar el problema. En el proceso de diagnóstico, el especialista llevará a cabo una exploración para determinar el estado de la musculatura abdominal, la posible existencia de diástasis, el tono del diafragma, los reflejos perineales, la capacidad de contracción y relajación de la musculatura, así como el estado de las caderas, la pelvis y la sínfisis púbica.
Para tratar el área afectada, el especialista puede recomendar una terapia que combine entrenamiento muscular del suelo pélvico (también llamados ejercicios de Kegel), fortalecimiento de la pared abdominal, terapia manual y aplicación de Indiba que ayude a nutrir y regenerar los tejidos celulares, favoreciendo su oxigenación, hidratación, vascularización y elasticidad, así como la reorganización de las fibras de colágeno y elastina.
La estimulación celular con INDIBA es un tratamiento no invasivo y totalmente seguro que se aplica en varias sesiones. Puede administrarse externamente o de manera intracavitaria con un electrodo alargado que se introduce a través de la vagina o del ano, consiguiendo reducir los tiempos de recuperación y mejorar considerablemente la calidad de vida de la persona afectada:
En caso de que la piel se encuentre con daños por heridas, quemaduras o tromboflebitis, es poco recomendable. En el caso de pacientes con marcapasos o trasplantes electrónicos, se indica que se consulte previamente con el especialista.
Initial experience with thulium fiber laser for prostate enucleation: Analysis of the intraoperative and short-term outcomes in a prospective, multicenter cohort
La recuperación del suelo pélvico con Indiba requiere mucha constancia y paciencia. Aunque la recuperación va a depender de cada persona y caso particular, en líneas generales puede verse una mejoría a los seis meses del tratamiento, pudiendo llegar a extenderse hasta el año en algunos casos. La constancia y el seguimiento de las indicaciones médicas son clave para lograr resultados satisfactorios. Asimismo, puedes combinar el tratamiento de suelo pélvico con Indiba con ejercicios de Kegel para acelerar el proceso de recuperación y mejorar la salud pélvica.
Indiba está contraindicado en caso de heridas, quemaduras en la piel, así como en pacientes con tromboflebitis, marcapasos o implantes electrónicos y embarazadas. Es fundamental que la terapia con Indiba sea administrada por un profesional capacitado, quien evaluará la situación específica de cada paciente y determinará la idoneidad del tratamiento. Siempre es recomendable informar al terapeuta sobre cualquier condición médica o dispositivo implantado antes de iniciar la terapia.