Cuando el sangrado se percibe a simple vista hay que estudiarla siempre. Cuando es microscópica, es decir, que no es perceptible a la vista, cuando hay que estudiarla siempre que sea significativa (más de 3 hematíes por campo) especialmente en pacientes con factores de riesgo: mayores de 40 años o fumadores o expuestos a determinadas sustancias de tinte o pintura.