Las más comunes son la disfunción eréctil y la incontinencia urinaria. Es especialmente importante que el cirujano tenga mucha experiencia para poder respetar los nervios que dan la erección, puesto que esto se ha relacionado con mejor erección y mejor continencia. La aparición y duración de estas secuelas dependen de factores como el tipo de cirugía realizada, la técnica empleada y las características individuales de cada paciente. Es fundamental seguir las indicaciones médicas y acudir a las consultas de seguimiento para asegurar una recuperación óptima.