La incidencia de la litiasis urinaria (cálculos o piedras en los riñones y/o vías urinarias) se ha visto incrementada en las últimas décadas, llegando incluso a convertirse en un problema de salud pública, ya que muchos pacientes precisan de ingresos hospitalarios o presentan severas complicaciones como sepsis.

La nutrición está fuertemente asociada al riesgo de padecer piedras en el riñón, uréter o vejiga (litiasis). En este sentido, numerosos estudios científicos han demostrado que la dieta juega un papel primordial en la formación de las litiasis urinarias y que una alimentación correcta y equilibrada podría prevenir esta enfermedad.

Un exceso en el índice de masa corporal (IMC) se relaciona con un ph urinario ácido que, a su vez, va ligado a un descenso de la excreción de sustancias como amonio, sodio, fosfato y urato, lo que hace que las personas obesas tengan mayor probabilidad de padecer litiasis por formación de piedras de oxalato cálcico, fosfato cálcico y litiasis de ácido úrico.

Muchas investigaciones tratan de explicar el proceso de la formación de litiasis, analizar factores pronósticos y proponer medidas para prevenir su formación. La literatura científica actual propone que una disrupción en el balance de la solubilidad de las sales en la orina lleva a la sobresaturación de las mismas, siendo este el mecanismo para la formación de las piedras en el riñón, uréter o vejiga. Estos mecanismos de sobresaturación de la orina se relacionan significativamente con malos hábitos dietéticos y con una disminución de la ingesta de agua, siendo este el principal factor.

En general, se ha demostrado que una dieta rica en oxalatos, proteínas de origen animal, sal y azúcar se relaciona con la formación de litiasis.

  1. Líquidos: Una ingesta suficiente de agua es el factor más importante para prevenir la formación de piedras en el riñón, uréter o vejiga. Por cada 200 mL de agua, el riesgo de litiasis se reduce un 13%. Los refrescos parecen estar asociados a un mayor riesgo de eventos litiásicos, mientras que la cafeína y los zumos cítricos no lo están.
  2. Calcio: Normalmente la ingesta diaria de calcio no excede los 1,2 g. Un consumo balanceado de productos lácteos es capaz de reducir la absorción intestinal y la excreción urinaria de oxalato comparado con una dieta pobre en calcio, siendo protector para la litiais.
  3. Oxalato: El oxalato es un compuesto que se halla en algunos alimentos (arándanos, bayas, café, chocolate, espinacas, cerveza, soja, etc.) y que también se produce como producto de desecho por el cuerpo. La cantidad exacta de oxalato en las diferentes comidas es difícil de estimar debido a su variabilidad, incluso en el mismo alimento. Aunque se dice que la ingesta de demasiado oxalato puede causar cálculos renales en algunas personas, se ha demostrado que la cantidad de oxalato ingerido es un factor de riesgo menor para la enfermedad litiásica, mientras que su absorción intestinal está fuertemente influenciada por factores externos como la ingesta de calcio. Por tanto, la restricción de oxalato en la dieta se aconseja solamente en pacientes con aumento probado en su consumo.
  4. Sodio: Una ingesta elevada de sodio se asocia tanto con la hipertensión como con la enfermedad cardiaca y al riesgo de sufrir cálculos renales o en las vías urinarias. Aunque la restricción dietética de sodio es deseable en los pacientes litiásicos, es difícil de conseguir debido a su presencia oculta, sobre todo, en alimentos enlatados y precocinados.
  5. Proteínas: Las proteínas animales se han asociado a un mayor riesgo para la formación de piedras en el riñón o en las vías urinarias, mientras que las proteínas vegetales y las de productos lácteos no. Un aumento en el consumo de carne se ha asociado a un pH urinario ácido, un balance de calcio negativo y a la reducción de la excreción urinaria de sustancias solubles que inhiben la formación de piedras (solutos anti-litogénicos).
  6. Frutas y vegetales: Las comidas alcalinizantes son uno de los factores más importantes para la protección ante los cálculos. Su consumo aumenta los solutos anti-litogénicos como el citrato, el potasio y el magnesio. Una dieta rica en frutas y vegetales es muy recomendable para los pacientes litiásicos.
  7. Ácido úrico: Un consumo elevado de carne está asociado tanto a un aumento del metabolismo de las purinas (moléculas orgánicas que forman parte de nuestro ADN) como a la carga ácida, favoreciendo la nefrolitiasis úrica al reducir el pH urinario y aumentar la excreción urinaria de ácido úrico, especialmente en pacientes afectados por el síndrome metabólico y diabetes.

En conclusión, la dieta más efectiva para proteger contra las piedras en el riñón o en las vías urinarias es aquella rica en frutas y vegetales, modederado en productos lácteos, pobre en proteínas animales y sal y con una alta ingesta de líquidos, preferiblemente agua. Estas características hacen que la dieta mediterránea sea protectora para los pacientes litiásicos.