La nefrectomía robótica es una técnica quirúrgica de máxima precisión que se utiliza para extirpar una parte o todo el riñón de forma mínimamente invasiva. En este post, te explicaremos en qué consiste este procedimiento, cuáles son sus ventajas y desventajas, y qué cuidados se deben tener después de la cirugía.

¿En qué consiste la nefrectomía robótica?

La nefrectomía (parcial o radical) robótica es la última etapa de la larga evolución de la cirugía renal y consiste en realizar una intervención quirúrgica sobre el riñón enfermo con la asistencia de unos brazos robotizados, los cuales permiten aumentar al máximo la precisión de la cirugía y al mismo tiempo mantener la mínima invasión gracias a su pequeño tamaño (8-12 mm).

¿Cómo es el procedimiento quirúrgico de la nefrectomía con robot?

Estos brazos robóticos se acoplan a unos instrumentos denominados trócares, que atraviesan la piel y la pared abdominal del paciente para acceder al interior de su cuerpo. Los brazos robóticos llevan acoplados instrumental quirúrgico (tijeras, pinzas, bisturí eléctrico, etc....) que se adentran en el interior del paciente y, una vez realizados los ajustes oportunos, son dirigidos remotamente por el cirujano desde una consola que permite el control total de la cirugía.

Cirugia-robotica

Esta revolucionaria versión de intervención quirúrgica ofrece al cirujano grandes ventajas como son la visión 3D, aumentos de hasta 10x con la cámara del robot, supresión del temblor en los brazos robóticos y una altísima precisión de movimientos que permiten ejecutar cirugías más finas y precisas.

nefrectomía asistida con robot

Preparación del paciente antes de la nefrectomía robótica

La preparación es la habitual de cualquier cirugía renal:

Particularidades de la nefrectomía robótica

Cuidados postoperatorios tras la nefrectomía robótica

Tras la cirugía renal robótica la recuperación postoperatoria suele ser rápida, pudiendo ser dado de alta hospitalaria a las 48-72 horas.

El dolor postoperatorio es leve y es habitualmente tratado con analgésicos orales en función de la molestia y recomendación de su equipo quirúrgico.

Las heridas son pequeñas, habitualmente de 1 cm, y deben ser lavadas diariamente con agua y jabón. Las grapas o puntos de la piel serán retirados a los 10-14 días.

En cuanto a la alimentación, podrá ser la habitual de cada paciente, aunque los primeros días o semanas es generalmente basada en alimentos de fácil digestión y pequeñas cantidades.

El hábito intestinal es frecuente que se vea alterado, siendo comunes los cambios en la frecuencia de las deposiciones y mayor sensación de plenitud con las comidas. Todos estos cambios desaparecen paulatinamente con el paso de los días y recuperan su normalidad preoperatoria.

La actividad física vigorosa está prohibida durante las 4-6 semanas posteriores a la cirugía, con el fin de favorecer una correcta cicatrización de toda la pared abdominal. Sin embargo, se permiten y recomiendan actividades físicas moderadas como caminar, sin restricción alguna salvo la que permita la condición física de cada persona.

Tras la cirugía deberá tener revisión con su urólogo de la Unidad de Riñón para comprobar el estado de su recuperación y conocer los resultados de la anatomía patológica del tumor extirpado.

Conclusión

La nefrectomía robótica es una técnica quirúrgica de máxima precisión, segura y efectiva que permite la extirpación de una parte o todo el riñón de forma mínimamente invasiva. A pesar un coste más elevado, sus ventajas son numerosas y contribuyen a mejorar los resultados y la calidad de vida de los pacientes que la necesitan.

Si te encuentras en esta situación es importante que consultes a un especialista para que individualice y personalice tu caso y así te explique en detalle las opciones de tratamiento más recomendadas para ti.