Se trata de un dispositivo que se implanta en el paciente para permitirle controlar el esfínter manualmente evitando los escapes de orina.
El esfínter urinario es un músculo que permite al cuerpo contener la orina. Normalmente, el esfínter permanece contraído hasta que la persona decide relajarlo para orinar. Cuando la persona tiene dificultad para controlar el esfínter urinario puede tener escapes involuntarios de de orina.
Cuando esto pasa, la implantación de un esfínter urinario artificial es un tratamiento de segunda línea para acabar con incontinencia urinaria de esfuerzo. Se recomienda en los casos en los que la incontinencia es severa o cuando colocación de una malla o sling no haya resuelto el problema.
Es una solución duradera a largo plazo para la incontinencia urinaria femenina y la incontinencia urinaria masculina, pero para su implantación es importante que el paciente sea capaz de controlar manualmente el dispositivo. El médico le hará un examen para asegurarse de que no haya contraindicaciones para su colocación.
El esfínter urinario artificial consta de tres partes:
Para utilizar el esfínter artificial cuando un paciente quiera orinar, debe apretar la bomba colocada en el escroto (caso del hombre) o labios vulvares (caso de la mujer). La bomba hace que el líquido salga del manguito y se dirija hacia el globo, lo que permite que el manguito se desinfle y la uretra se abra. El manguito permanece abierto durante un minuto para orinar. Luego, se cierra de forma automática.
Para la implantación del esfínter urinario artificial en hombres, el cirujano realizará dos pequeñas incisiones bajo anestesia general o epidural: una en el escroto, donde colocará el manguito, y otra cerca del abdomen inferior. En las mujeres, el abordaje generalmente es mediante laparoscopia o vía abdominal.
Cuando la cirugía haya terminado, las incisiones se cerrarán con suturas (puntos) que se disolverán por sí mismos sin necesidad de sacarlos.
Tras la operación, el paciente permanecerá hospitalizado 24 horas con una sonda para drenar la orina. Pasado este tiempo, el paciente será dado de alta con una serie de recomendaciones descritas por el urólogo.
El esfínter urinario artificial no será activado hasta pasadas seis semanas aproximadamente, cuando haya cicatrizado por completo. Por tanto, el paciente continuará teniendo incontinencia urinaria durante este tiempo. En este período, también es posible que sienta dolor en el área pélvica o dolor al orinar. Su médico puede recetarle medicamentos para paliar estos síntomas.
Durante la primera semana después de su cirugía, el urólogo le puede recomendar llevar un suspensorio escrotal y esperar seis semanas antes de comenzar a hacer actividades vigorosas como ejercicio en el gimnasio, montar en bici o levantar peso de más de 4 kilos. El médico le dirá cuándo puede retomar la actividad sexual.
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