La malla o sling está elaborado con material biocompatible y se utiliza para proporcionar apoyo adicional al suelo pélvico cuando está debilitado.
La malla quirúrgica o sling es un producto médico que se utiliza para proporcionar apoyo adicional al suelo pélvico cuando este está debilitado. La mayoría de las mallas quirúrgicas están hechas de material sintético muy poroso -habitualmente de polipropileno- o en ocasiones de tejidos del paciente (como, por ejemplo, la fascia lata, un músculo tensor ubicado en la parte superior y lateral del muslo), ambos tipos de material son muy bien tolerados por el organismo.
La malla o sling es el tratamiento quirúrgico estándar para la incontinencia urinaria de esfuerzo que produce escapes de orina cuando el paciente tose, estornuda, se ríe, levanta peso o realiza ejercicio físico. En el caso de la incontinencia en mujeres, los antecedentes de cirugía uterina y los partos -especialmente si han sido prolongados o con instrumentación- son factores de riesgo. La incontinencia en varones puede aparecer tras cirugía prostática, generalmente en el tratamiento del cáncer de próstata.
El primer escalón del tratamiento de la incontinencia urinaria suele ser la rehabilitación del suelo pélvico con ayuda de un rehabilitador o fisioterapeuta. Sin embargo, cuando esto resulta insuficiente, se plantea la cirugía con slings o mallas. En casos en los que las pérdidas son muy abundantes, o cuando han fracaso otras cirugías, se requiere colocar mallas ajustables o incluso un esfínter urinario artificial.
En el caso de la mujer, la malla o sling se coloca debajo de la uretra a través de una pequeña incisión en el interior de la vagina. Se trata de una intervención sencilla y muy poco invasiva que dura 25 minutos, aproximadamente. Habitualmente, se realiza bajo anestesia de corta duración, pudiendo realizarse en ocasiones sin ingreso hospitalario.
Tras la cirugía, las pacientes permanecen con una sonda durante unas pocas horas y se recomienda evitar grandes esfuerzos durante el primer mes posterior a la intervención para asegurar la adecuada cicatrización. La incontinencia desaparece en cuanto se coloca la malla.
En el caso del varón, la incisión para colocar la malla suele realizarse en la piel, por debajo de los testículos. También es posible colocar dispositivos ajustables que permiten regular la presión sobre la uretra. Una vez finalizado el procedimiento quirúrgico, el paciente requiere de 24 horas de ingreso hospitalario.
El manejo de la incontinencia de orina masculina y femenina es tratada por profesionales de nuestra unidad con años de experiencia en el campo.
Realizamos un estudio detallado de nuestros pacientes y se plantea el tratamiento, ofreciendo el dispositivo que consideramos más adecuado. Los profesionales de nuestro servicio reciben pacientes complejos valorados en otros centros para manejo quirúrgico. Además, trabajamos en conjunto con fisioterapeutas del suelo pélvico para optimizar resultados y realizar el primer escalón del tratamiento.
Nuestra experiencia se refleja además en la colaboración en registros de la European Association of Urology (EAU), valorando los resultados de la cirugía, figurando como los profesionales con mayor actividad quirúrgica en este sentido en nuestro país. Además, el registro en bases de datos internacionales permite auditar los resultados y compararlos con otros centros de excelencia.
Somos los profesionales con mayor actividad quirúrgica en España.
Trabajamos junto con fisioterapeutas del suelo pélvico para optimizar resultados y realizar el primer escalón del tratamiento.
Initial experience with thulium fiber laser for prostate enucleation: Analysis of the intraoperative and short-term outcomes in a prospective, multicenter cohort