La litiasis renal, también conocida como cálculos renales, es una condición que puede presentarse durante el embarazo, generando preocupación a la madre. En este artículo, exploraremos los desafíos específicos que enfrentan las mujeres embarazadas con litiasis renal y proporcionaremos pautas esenciales para su manejo.

¿Es frecuente la litiasis o cálculos durante el embarazo?

La formación de cálculos o litiasis, se denomina litogénesis y se debe a una conjunción de factores físico-químicos y anatómicos que determinan un aumento de la concentración en la orina de sales que precipitan formando cálculos. Durante el embarazo, las alteraciones hormonales y los cambios en el sistema urinario se pueden relacionar con la formación de cálculos.

La incidencia de la litiasis urinaria en el embarazo se sitúa entorno a 8/1000 embarazos, siendo esta cifra similar a la observada en la población femenina general. Las manifestaciones clínicas de la litiasis en el embarazo son más frecuentes en el 2º y 3º trimestre del embarazo, con una distribución aproximada de 16% en el primer trimestre, 42% en el segundo y 42% en el tercer trimestre. El tamaño y la localización de las litiasis no difiere de los objetivados en mujeres no grávidas.

Síntomas y Diagnóstico de la litiasis durante el embarazo

La presentación clínica más habitual es el dolor lumbar (hasta en el 95%). El cólico renoureteral es la segunda causa más frecuente de dolor abdominal durante el embarazo y la causa no obstétrica más frecuente de ingreso hospitalario.

Otros síntomas que pueden orientar a la presencia de litiasis son:

Es crucial, por tanto, estar alerta ante estos síntomas y en caso de que aparecieran es imperativo buscar atención médica.

El diagnóstico de la litiasis urinaria en el embarazo se va a ver condicionado por la restricción en el uso de radiaciones para evitar efectos sobre el feto. La prueba de elección es la ecografía que permite la visualización directa del cálculo, la valoración del grado de dilatación renal y otros signos indirectos de obstrucción. Otra prueba a tener en cuenta es la resonancia magnética, que no emite radiación ionizante. No visualiza la litiasis, aunque sí ofrece datos indirectos de la misma como dilatación reno-ureteral y el nivel a partir del cual se produce. Además, permite detectar otras causas de dolor abdominal. Su utilización está limitada por el tiempo de realización de la prueba, alto coste y accesibilidad restringida

Consideraciones específicas del embarazo

El manejo de la litiasis renal durante el embarazo implica desafíos únicos. Como ya hemos comentado tenemos limitación en el uso de pruebas radiológicas que emitan radiaciones ionizantes para preservar la salud fetal, sobre todo en el primer trimestre del embarazo. Además se deben evitar ciertos medicamentos y procedimientos invasivos. Por tanto la planificación del tratamiento debe ser cuidadosa para no comprometer la salud materno-fetal.

Tratamiento de la litiasis en el embarazo

En el 80-90% de los casos el tratamiento conservador (fluidoterapia y analgesia) constituye el primer escalón terapéutico, puesto que la evolución del cólico renoureteral en la mujer embarazada suele ser favorable, con hasta un 70-80% de expulsión espontánea de la litiasis.

Las indicaciones de tratamiento intervencionista en el embarazo son:

El primer escalón de este tratamiento intervencionista es la derivación urinaria mediante colocación de catéter doble J o nefrostomia. En ocasiones es posible diferir el tratamiento específico del cálculo hasta después del parto. Sin embargo, la mala tolerancia y la alta frecuencia de incrustación de los catéteres puede obligar al tratamiento de la litiasis durante el embarazo.

En estas circunstancias la ureteroscopia es la técnica de elección. Existe mayor riesgo de complicaciones en el tercer trimestre por la alteración anatómica propia del avanzado estado de gestación, por lo que se recomienda su realización en el segundo trimestre del embarazo.

La gestión de la litiasis renal en mujeres embarazadas requiere una estrecha colaboración entre el urólogo y el obstetra. El equipo médico debe asegurar un correcto equilibrio en la toma de decisiones informadas y personalizadas para cada caso. El tratamiento de la litiasis y sus potenciales complicaciones debe basarse en criterios de seguridad para el feto y para la madre.

Prevención de la litiasis en el embarazo

La prevención es fundamental en pacientes con antecedentes de litiasis urinaria antes del embarazo y en general, en todas las pacientes embarazadas. Se recomienda:

En definitiva, la litiasis renal durante el embarazo no solo plantea desafíos clínicos, sino también consideraciones especiales para el bienestar del feto. Con un enfoque multidisciplinar y medidas preventivas ajustadas, es posible abordar y gestionar esta condición de manera efectiva. Es recomendable el tratamiento en centros con servicio de urología con amplia experiencia en cirugía endourológica, para el seguimiento de las derivaciones urinarias y el tratamiento definitivo de la litiasis ya sea durante el embarazo o una finalizado el mismo, con el fin ultimo de garantizar al máximo la salud tanto de la madre como del futuro bebé.