Las instilaciones intravesicales son un tratamiento utilizado en urología, principalmente, para casos de cáncer de vejiga. A continuación, explicaremos en qué consiste, en qué casos se aplica, cómo se aplica y los posibles efectos adversos.
¿En qué consisten las instilaciones vesicales?
Es un procedimiento que consiste en introducir directamente, con ayuda de una sonda, un medicamento en la vejiga a través de la uretra. El fármaco elegido y el esquema de administración se establecen en base al riesgo de recaída y progresión del tumor.
Según afirma el Dr. Félix Guerrero Ramos, urólogo responsable de la Unidad de Uro-Oncología de ROC Clinic, es importante tener en cuenta que “los pacientes que con estos tumores tienen que someterse a tratamientos y revisiones frecuentes a lo largo de muchos años debido a que, aún diagnosticados y operados de forma temprana, estos tumores reaparecen hasta en un 80% de los casos y, con menor frecuencia, pueden progresar a estadios más avanzados”.
Se aplican dos tipos de tratamientos de cáncer de vejiga dependiendo del grupo de riesgo en el que se encuadre el tumor:
- Inmunoterapia: se emplea el bacilo de Calmette-Guérin (BCG), una variante de la bacteria Mycobacterium bovis atenuada, similar a la vacuna de la tuberculosis. Esta alternativa se suele emplear en algunos casos de riesgo intermedio y en los de alto riesgo. Tiene la capacidad de reducir la posibilidad de recaída de estos tumores con mayor eficacia que la quimioterapia, pero con más toxicidad que esta. Tiene un mecanismo de acción dual: de forma directa mediante toxicidad sobre las paredes vesicales y de forma sistémica mediante una modulación del sistema inmunológico.
- Quimioterapia: se aplica mitomicina C (MMC) en casos de riesgo bajo y algunos de riesgo intermedio. El mecanismo de acción en este caso es la toxicidad directa sobre las células de las paredes vesicales. En algunos casos también se administra unas horas después de la cirugía del cáncer de vejiga para eliminar las posibles células tumorales que queden “flotando” en el interior de la misma tras la resección del tumor.
- Otras alternativas: en la actualidad se están investigando un gran número de nuevas alternativas de tratamiento intravesical en el seno de ensayos clínicos. Estas incluyen tanto nuevos fármacos (quimioterapia, inmunoterapia, agentes dirigidos a determinadas mutaciones) como los fármacos ya existentes administrados mediante nuevas formulaciones y vehículos de administración.
Es importante resaltar que estos tratamientos solamente tienen utilidad en estadios de la enfermedad en los que la base del tumor no ha profundizado a la capa muscular de la vejiga. Además, cuando se determina que el tumor es de bajo riesgo, en muchos casos no es necesario aplicar estos tratamientos. En cualquier caso, la aplicación de los medicamentos de manera oportuna y adecuada reduce la posibilidad de recaída de los tumores vejiga.
¿Cuál es la pauta a seguir en las instilaciones vesicales?
Por lo general, son necesarias varias instilaciones. La cantidad de medicamento y la frecuencia deberá ser precisada por el urólogo. Estos tratamientos se realizan de manera ambulatoria y en general comprenden un periodo más intensivo (inducción) y otro de mantenimiento.
En ningún caso es necesaria la aplicación de anestesia general o intrarraquídea. Solo se emplean geles lubricantes que contienen algún anestésico local para facilitar el proceso de sondaje y hacerlo menos molesto. Con la ayuda de una jeringuilla se introduce el fármaco a través de la sonda, que es retirada tras la administración, dejando que el tratamiento actúe.
Normalmente, el paciente puede marchar a su domicilio una vez finalizado el proceso de administración del medicamento. Pero es importante que siga las siguientes recomendaciones:
- Dos o tres horas antes de suministrar el tratamiento es aconsejable disminuir la ingestión de líquidos para poder aguantar el producto en la vejiga durante el tiempo recomendado por el urólogo.
- Una vez suministrado el medicamente se aconseja retener el producto, sin orinar, por lo menos durante las dos horas siguientes a su suministro.
Recomendaciones posteriores a la aplicación de las instilaciones vesicales
Cumplido el tiempo inicial, el paciente empezará a orinar tomando en cuenta una serie de recomendaciones:
- Debido a que el medicamento utilizado es tóxico se debe evitar orinar en baños públicos.
- Una vez depositada la orina en el retrete, es importante aclarar bien la instalación, bajando la palanca por lo menos dos veces y asegurándose que no queden restos en su interior. Algunos de los fármacos intravesicales son de color azul. Por tanto, no debe de extrañar que la orina sea de este color hasta 2 días después de cada dosis.
- Se recomienda orinar sentado, así se minimiza el riesgo que la orina caiga fuera del retrete. Esto es particularmente importante cuando se comparte el baño con otras personas en el hogar, evitando que entren en contacto con el medicamento, sobre todo en el caso de niños y mujeres embarazadas.
- Para prevenir irritaciones se aconseja lavar las manos y la zona genital con agua y jabón neutro tras cada micción.
- Es importante beber abundante líquido durante las primeras horas posteriores a la aplicación del tratamiento, de manera que la vejiga pueda limpiarse bien.
- También es aconsejable lavar la ropa por separado. Utilizar guantes al momento de lavar el retrete o cualquier derrame que se pudiera producir.
- En el momento de limpiar el baño, es recomendable hacerlo con lejía sin diluir.
- Utilice preservativos durante los siguientes siete días posteriores al tratamiento, especialmente si se aplica BCG.
Posibles efectos adversos de las instilaciones vesicales
Por lo general las instilaciones vesicales son bien toleradas por los pacientes y los efectos secundarios que pueden aparecer son leves y desaparecen espontáneamente. En pocas ocasiones puede llegar a ser necesario suministrar algún tratamiento para aliviar estos síntomas. Por lo general puede observarse:
- Micciones dolorosas, malestar general y náuseas.
- Infección urinaria.
- Fiebre, con temperatura que supera los 38°C.
- Presencia de sangre en la orina.