La radioterapia para el cáncer de próstata es uno de los tratamientos más comunes para combatir esta enfermedad. Este tumor es el más frecuente que padece el hombre.

Este tratamiento médico utiliza radiación de alta energía para destruir las células cancerosas en la próstata. Es un procedimiento que se ha convertido en una alternativa eficaz a la cirugía, pudiendo ser utilizado tanto en pacientes que deseen evitar una intervención quirúrgica como en aquellos en los que la cirugía no es una opción viable.

Tipos de radioterapia para la próstata

Existen dos tipos principales de radioterapia utilizados en el tratamiento del cáncer de próstata:

Beneficios de la radioterapia en la próstata

La radioterapia ofrece una serie de beneficios significativos para los pacientes a los que se les indica como opción de tratamiento. Entre ellos, se incluyen:

Proceso del tratamiento y cuidados posteriores

Antes de iniciar cualquier tratamiento es necesario que un experto en cáncer de próstata o, incluso, un comité multidisciplinar realice una evaluación completa del caso del paciente y haga una planificación adecuada del tratamiento.

Cada caso es único, por lo que el tratamiento con radioterapia debe ser adaptado de forma individualizada a cada paciente. Es por ello que el número y la duración de las sesiones pueden variar. Será el especialista quien determinará la mejor estrategia de tratamiento para cada paciente en particular, teniendo en cuenta factores como el estadio del cáncer, el estado de salud general y las preferencias del paciente. Para asegurar la eficacia del tratamiento, será esencial que el paciente se comprometa con las pautas que le van marcando y asistir a todas las citas programadas.

Al igual que con cualquier tratamiento, la radioterapia en la próstata puede tener efectos secundarios. Los más frecuentes son: aumento de la frecuencia miccional, así como urgencia miccional, diarrea y presencia aislada de sangre en orina y heces. Estos efectos pueden variar según el paciente, pero es importante hablar de ello con el especialista para comprender el impacto que tienen y cómo manejarlos. Si bien la radioterapia en próstata es generalmente segura y efectiva, existen algunos riesgos potenciales, como daño a órganos cercanos y riesgo de cáncer secundario. No obstante, el especialista informará sobre estos riesgos y guiará al paciente a lo largo del tratamiento para minimizar cualquier posible complicación.

Tras completar el tratamiento, se recomienda seguir las instrucciones del médico en cuanto a los cuidados posteriores. Estos pueden incluir revisiones médicas regulares, cambios en la dieta y el estilo de vida, así como el monitoreo continuo de los marcadores tumorales.