La retención de la eyaculación o abstenerse de eyacular es una práctica que consiste en evitar la eyaculación durante un período de tiempo determinado. Aunque puede parecer un concepto poco conocido, en los últimos años ha ganado popularidad debido a los supuestos beneficios que puede brindar a la salud sexual de los hombres.
En este artículo, exploraremos en profundidad qué es la retención de la eyaculación y si, en lugar de beneficios, lo que acarrea son perjuicios sobre la salud del varón.
Retención de la eyaculación: ¿qué es?
La retención de la eyaculación implica abstenerse de eyacular por un período determinado, desde intervalos de tiempo más cortos, como una semana o dos, hasta períodos más largos, como un mes o más. Esta práctica, que tiene raíces ancestrales y ha sido asociada principalmente a diversas tradiciones espirituales y filosóficas, se ha llevado a cabo en los últimos años, tanto por hombres solteros como por aquellos que tienen una pareja estable, desde una perspectiva de bienestar sexual.
Así pues, algunas de las afirmaciones más comunes que se han podido leer en foros de Internet y redes sociales sobre la retención de semen son que puede aumentar los niveles de testosterona de una persona y mejorar su salud mental y física en general. De hecho, algunos de los beneficios mentales y físicos que, quienes practican la abstinencia eyaculatoria aseguran obtener, son:
- Más confianza
- Mayor autocontrol
- Más memoria
- Mayor concentración y función cognitiva
- Menos ansiedad y depresión
- Más vitalidad
- Mejor calidad del esperma
- Mayor resistencia sexual
- Mayor crecimiento muscular
- Cabello más grueso
- Voz más grave
- Mejor calidad del esperma
Sin embargo, estas afirmaciones no parten de ninguna evidencia científica y se basan, en su mayoría, en la experiencia personal de individuos que realizan esta práctica. Esta información no es, por tanto, compartida por médicos expertos en esta materia ni extraída de ninguna investigación, lo cual pone en duda la obtención de dichos beneficios.
¿Beneficios o perjuicios?
Al tratarse de una corriente más o menos novedosa, existe muy poca investigación al respecto, por lo que no se sabe si algunos de los supuestos beneficios de esta práctica son ciertos. Para llegar a conclusiones firmes sobre este tipo de afirmaciones tan específicas, se necesitan más estudios a más largo plazo. No obstante, existen algunas investigaciones que desgranan la veracidad de esta información. En este sentido, lo que los expertos en Urología y Andrología sí pueden desmentir es que esta práctica mejore la calidad del semen, ya que, en numerosos estudios, como el recientemente publicado por la Universidad de Stellenbosch (Sudáfrica) que agrupa más de 30 papers sobre la retención de la eyaculación, afirman que aguantar la eyaculación más de 4 o 5 días tiene un efecto perjudicial sobre el ADN espermático, afectando, por tanto, la calidad seminal.
Alcanzar el orgasmo está asociado con numerosos beneficios para la salud como aliviar el estrés, el dolor, la tensión, mejorar el sueño y aumentar la concentración. Por el contrario, retener la eyaculación es perjudicial para las enfermedades inflamatorias pélvicas, pues puede dar lugar a prostatitis y contracturas de la musculatura pélvica y, además, puede producir eyaculación retardada, una condición que puede llevar a generar frustración en los hombres.
Un estudio publicado en la European Urology, que agrupa a 32.000 hombres y un seguimiento largo de casi 20 años, afirma que hay un riesgo menor del 20% de padecer cáncer de próstata en aquellos hombres que tienen 21 eyaculaciones o más al mes. Sin duda, una información basada en datos científicos y de la evidencia publicada hasta ahora, que da veracidad a la recomendación de eyacular más de 20 veces al mes, buscando prevenir enfermedades inflamatorias de la próstata y buscando prevenir el riesgo de cáncer de próstata.
Según explica The International Society for Sexual Medicine (ISSM), por lo general, practicar la retención de semen no parece una práctica insegura, siempre que no vaya acompañada de una restricción del flujo de sangre al pene. Así pues, es conveniente solicitar información a un urólogo, andrólogo o experto en salud sexual antes de tomar la decisión de practicar la abstinencia eyaculatoria, en lugar de dejarse guiar por la información que se encuentra en Internet o en redes sociales sobre este tema.