Es imprescindible realizar un buen diagnóstico de la fístula urinaria para un tratamiento eficaz.
El tratamiento va desde maniobras conservadoras como poner una sonda vesical a la necesidad de operación. El tipo de cirugía depende del origen y tamaño de la fístula pudiendo requerir un abordaje vaginal, abdominal o laparoscópico. En casos de fístulas del aparato urinario con el digestivo, puede requerirse una colostomía, es decir, una bolsa para recoger las heces.
En caso de radioterapia, las fístulas suelen tener un tratamiento más complejo. La radioterapia es un tratamiento eficaz en múltiples tumores y sus complicaciones son raras. Sin embargo, en ocasiones aisladas, sobre todo asociada a cirugía pélvica, aumenta el riesgo de desarrollo de fístulas del aparato urinario con la vagina o el tubo digestivo.
En primer lugar, debe realizarse una valoración por un urólogo especialista en urología reconstructiva. Este evaluará adecuadamente el cuadro para plantear el tratamiento individualizado.
La expulsión de gases por la orina puede indicar la existencia de una fístula del conducto urinario y el tubo digestivo. Esto es una comunicación entre ambos. En sí misma no es grave. Puede asociarse a un aumento de infecciones urinarias. Es preciso un estudio adecuado del origen de la fístula, que puede relacionarse con procesos urológicos tales como cirugías previas o digestivos como infecciones o diverticulitis.
Initial experience with thulium fiber laser for prostate enucleation: Analysis of the intraoperative and short-term outcomes in a prospective, multicenter cohort