El diagnóstico de una infección de orina se realiza, principalmente, en base a los síntomas clínicos.
En el caso de querer confirmar el diagnóstico se realizará un urocultivo. En pacientes con infecciones de repetición realizamos estudios de imagen y funcionales del aparato urinario.
El diagnóstico de la infección de orina se realiza principalmente en base a los síntomas clínicos como escozor al orinar, dolor en la parte baja del abdomen, sentir la necesidad de orinar a pesar de que la vejiga esté vacía, sangrado en la orina. En el caso de querer confirmar el diagnóstico se realizará un urocultivo. Si este sale positivo, es decir, que se detecta el crecimiento de bacterias significativas en el cultivo de orina, estamos ante una infección urinaria.
A la hora de realizar esta prueba, es importante considerar algunos factores podrían alterar los resultados del cultivo de orina como, por ejemplo, la ingesta previa de antibióticos. Asimismo, puede darse el caso de que en un porcentaje de infecciones no se consigue cultivar adecuadamente el germen en los laboratorios.
Una vez detectada la infección hay que localizar su ubicación anatómica. Esto se hará en base a los síntomas clínicos y, en caso necesario, mediante exploraciones complementarias.
En pacientes con infecciones de repetición suelen hacerse estudios de imagen y funcionales del aparato urinario tales como ecografías, estudios urodinámicos. Estas pruebas permiten detectar posibles factores causantes de la existencia de infecciones recurrentes.
Validation of the Spanish Acute Cystitis Symptoms Score (ACSS) in native Spanish-speaking women of Europe and Latin America
No, la infección de orina no se contagia. Es cierto que las relaciones sexuales en un factor de riesgo para desarrollarlas, pero no se trata de una enfermedad contagiosa.
Bebe mucha agua, evita lavarte compulsivamente la zona genital para evitar irritarla y favorecer la aparición de infección de orina. Asegúrate de estar bien lubricada durante la penetración en las relaciones sexuales, vacía por completo la vejiga al acabar las relaciones sexuales, evita pasar mucho tiempo con la zona genital húmeda en playas o piscinas, evita usar diafragmas o los condones sin lubricante o con espermicida como métodos anticonceptivos.
Exceso de secreción de flujo y picor. No suele provocar la necesidad de orinar frecuentemente. La existencia de dolor en la espalda y fiebre pueden indicar que la infección esté afectando el riñón y por ello, debe realizarse valoración médica y pautar un tratamiento adecuado. En muchas ocasiones el manejo puede realizarse en el domicilio con antibiótico.