La terapia focal para el cáncer de próstata consiste en tratar únicamente el foco tumoral o focos tumorales de este órgano, evitando someter al paciente a un tratamiento radical como puede ser la prostatectomía radical, es decir, la extirpación completa de la glándula próstatica, o la radioterapia. Estas opciones terapéuticas han demostrado excelentes resultados oncológicos, pero asociando, en ocasiones, efectos secundarios que pueden afectar a la calidad de vida del paciente.
La terapia focal permite tratar únicamente la zona tumoral. Este tratamiento tiene como objetivo conseguir resultados oncológicos superponibles a las terapias radicales, pero minimizando los efectos secundarios (sobre todo en términos de disfunción eréctil e incontinencia urinaria) del paciente y, por tanto, disminuyendo el impacto que estas terapias pueden tener en su calidad de vida.
El procedimiento quirúrgico consiste en la aplicación de diferentes fuentes de energía (térmicas, potenciales eléctricos o radiación) para el tratamiento exclusivamente del área tumoral, preservando el resto de glándula prostática sana.
En la actualidad, los tres tipos de técnicas más utilizadas son:
La aplicación de los tratamientos es sencilla, mediante una sonda transrectal en el caso del HIFU y mediante la colocación de agujas transperineales en el caso de la IRE y crioterapia.
Initial experience with thulium fiber laser for prostate enucleation: Analysis of the intraoperative and short-term outcomes in a prospective, multicenter cohort
Este tratamiento presenta una excelente tolerancia por parte del paciente, realizándose en régimen ambulatorio, por lo que no precisa ingreso en la mayoría de los casos. En el postoperatorio inmediato, lo más frecuente es la ausencia de dolor o la presencia de un dolor leve y transitorio fácilmente controlable con analgésicos orales.
La reincorporación a la actividad habitual y vida cotidiana tiene lugar a las 24-72h en la mayoría de los pacientes.
No todos los pacientes son candidatos a terapia focal, siendo necesaria la evaluación de cada caso para ver la idoneidad del tratamiento. En la actualidad, la terapia focal debe realizarse dentro de un ensayo clínico o dentro de un estudio prospectivo según recomendación de las guías europeas de práctica clínica en Urología.
Es muy poco frecuente que, si se realiza adecuadamente el procedimiento, se afecten la continencia y la erección.