El tratamiento de la fístula urinaria es complejo y, normalmente, va a requerir una reconstrucción quirúrgica.
Asegúrate de que los cirujanos que participen están homologados para ello, emplean las últimas tecnologías y consiguen la mejor calidad de vida para el paciente.
La expulsión de gases por la orina puede indicar la existencia de una fístula del conducto urinario y el tubo digestivo. Esto es una comunicación entre ambos. En sí misma no es grave. Puede asociarse a un aumento de infecciones urinarias. Es preciso un estudio adecuado del origen de la fístula, que puede relacionarse con procesos urológicos tales como cirugías previas o digestivos como infecciones o diverticulitis.
En caso de fístula urinarias, ya sea con la vagina o el tubo digestivo, se puede producir escapes involuntarios de orina o emisión de gases por la uretra. Si no se opera, estos síntomas no desaparecen. En ocasiones, las fístulas pueden cerrar espontáneamente colocando una sonda vesical, pero en general se requiere intervenirlas quirúrgicamente.
En caso de no operarse las fístulas, la probabilidad de cicatrización espontánea es baja, aunque en ocasiones pueden cerrar con colocación de una sonda vesical. Sin embargo, el tiempo requerido no es corto, necesitándose varias semanas.
El tratamiento va desde maniobras conservadoras como poner una sonda vesical a la necesidad de operación. El tipo de cirugía depende del origen y tamaño de la fístula pudiendo requerir un abordaje vaginal, abdominal o laparoscópico. En casos de fístulas del aparato urinario con el digestivo, puede requerirse una colostomía, es decir, una bolsa para recoger las heces.
Initial experience with thulium fiber laser for prostate enucleation: Analysis of the intraoperative and short-term outcomes in a prospective, multicenter cohort