Síntomas de Incontinencia Urinaria Femenina
La incontinencia urinaria es la pérdida espontánea de orina de forma involuntaria, alterando la calidad de vida del paciente. Estas pérdidas pueden aparecer en distintas circunstancias como en esfuerzos físicos, al toser, hacer deporte, reír, escapes al final de la micción, escapes desencadenados con el deseo miccional. También pueden existir escapes de orina en el momento de las relaciones sexuales.
En función de los síntomas que se presenten, la incontinencia urinaria puede clasificarse de la siguiente manera:
- Incontinencia urinaria de esfuerzo. La orina se escapa cuando se ejerce presión sobre la vejiga al realizar cualquier tipo de esfuerzo como caminar, toser, estornudar, reír, hacer deporte, levantarse de la silla o levantare algo pesado. El motivo suele ser la alteración anatómica del sistema de esfínteres y del suelo pélvico y puede asociarse a prolapso de órganos pélvico ya sea de la vejiga, útero o recto.
- Incontinencia urinaria de urgencia. Es la una necesidad repentina e intensa de orinar, seguida de una pérdida involuntaria de orina. Es posible que tengas que orinar con frecuencia (polaquiuria), incluso durante la noche (nocturia). La incontinencia urinaria por urgencia puede deberse a una afección menor, como una infección, o a un trastorno más grave, como un trastorno neurológico o diabetes. La vejiga hiperactiva se define por la existencia de urgencia miccional, es decir, la sensación de ganas de orinar y no poder demorarla. Las mujeres con incontinencia urinaria de urgencia lo que suelen tener es una vejiga hiperactiva. En el 50%, aproximadamente, de las mujeres se les escapa la orina, mientras que en el otro 50% no se les escapa.
- Incontinencia por rebosamiento. Por poner un ejemplo, es como si la vejiga se llenase como un embalse y el agua se desbordase saltando por encima de la presa. Los pacientes que padecen este tipo de incontinencia suelen tener un problema en la vejiga. Esta no tiene fuerza para contraerse, por lo que, cuando se llena, la orina sale. Este tipo de incontinencia aparece en pacientes con una obstrucción en el aparato urinario, o en pacientes que tienen algún trastorno neurológico por un infarto, una esclerosis múltiple, etc.
- Incontinencia funcional. Este tipo de incontinencia se da cuando una discapacidad física o mental te impide llegar al baño a tiempo. Por ejemplo, si tienes artritis grave, es posible que no puedas desabotonarte el pantalón lo suficientemente rápido.
- Incontinencia urinaria mixta. Cuando hay más de un tipo de incontinencia urinaria a la vez. La mayoría de las veces es una combinación de incontinencia de esfuerzo y de urgencia.
Causas de Incontinencia Urinaria Femenina
La incontinencia urinaria puede ser causada por determinados hábitos diarios, enfermedades subyacentes o problemas físicos. Una evaluación exhaustiva a cargo del médico puede ayudar a determinar lo que produce la incontinencia.
- Problemas físicos o cambios subyacentes: Entre los factores de riesgo comunes se encuentran embarazo, parto, cirugías ginecológicas, obesidad, traumatismos o lesiones, entre otros. Para su tratamiento se indican en un primer escalón medidas generales como control del peso, adecuación de ingesta de líquidos, ejercicio físico y del suelo pélvico individualizado a la paciente.
- Embarazo: los cambios hormonales y el peso del feto pueden dar lugar a la incontinencia de esfuerzo. El embarazo, cambia la fisionomía y la anatomía del suelo pélvico provocando que se pueda escapar la orina. Si la mujer que lo padece tiene un suelo pélvico débil o algún trastorno, esto puede conllevar que tengan más riesgo de incontinencia después del parto.
- Parto vaginal: puede debilitar los músculos que ayudan a controlar la vejiga y dañar nervios y el tejido ocasionando que el suelo pélvico descienda (prolapso). El prolapso puede hacer que caiga la vejiga, el útero, el recto o el intestino delgado.
- La edad: El envejecimiento del músculo de la vejiga puede disminuir la capacidad de almacenar orina. Además, las contracciones involuntarias de la vejiga se vuelven más frecuentes a medida que envejeces.
- Menopausia: Tras la menopausia las mujeres producen menos estrógenos, hormona que ayuda a conservar la membrana que recubre la vejiga y la uretra. El deterioro de estos tejidos puede agravar la incontinencia.
- Trastornos neurológicos: La esclerosis múltiple, la enfermedad de Parkinson, los accidentes cerebrovasculares, un tumor cerebral o una lesión medular pueden dañar las señales nerviosas involucradas en el control de la vejiga y causar incontinencia urinaria.
- Bebidas y medicamentos: Asimismo, algunas bebidas, alimentos y medicamentos pueden actuar como diuréticos que estimulan la vejiga e incrementan el volumen de orina. Algunas de estas sustancias son: alcohol, café, refrescos, edulcorantes, chocolate, ajíes picantes, especias, azúcar, cítricos, medicamentos para la presión arterial y el corazón, sedantes y relajantes musculares y altas dosis de vitamina C.
- Infecciones de orina: Por otro lado, las infecciones de las vías urinarias pueden irritar la vejiga y producir una fuerte necesidad de orinar y, en ocasiones, incontinencia.
- Estreñimiento: El estreñimiento también empeora la incontinencia urinaria, ya que el recto se ubica cerca de la vejiga y comparte muchos nervios.
- Sobrepeso: El exceso de peso aumenta la presión sobre la vejiga y los músculos circundantes, lo que los debilita y permite que pierdas orina cuando toses o estornudas.
- Tabaquismo: El tabaco puede aumentar el riesgo de padecer incontinencia urinaria.
- Antecedentes familiares: Si un familiar cercano tiene incontinencia urinaria, el riesgo de desarrollar la afección es mayor.
Complicaciones
Si los síntomas urinarios en la mujer no son tratados adecuadamente pueden llevar a su empeoramiento y a la progresión de los mecanismos involucrados, como debilidad del suelo pélvico, dificultando el tratamiento.
Otras complicaciones que pueden aparecer son:
- Problemas cutáneos. Al permanecer constantemente húmeda pueden aparecer erupciones, infecciones de la piel y llagas.
- Infecciones de las vías urinarias. La incontinencia aumenta el riesgo de padecer infecciones de las vías urinarias recurrentes.
- Repercusión en la vida personal: puede afectar las relaciones sociales, laborales y personales.
Prevención
Aunque la incontinencia urinaria no siempre puede prevenirse, sí se puede disminuir el riesgo de padecerla llevando una vida saludable con ejercicio físico, evitando alimentos que irriten la vejiga, ingiriendo más fibra y dejando de fumar.