El diagnóstico de la enfermedad de Peyronie se realiza sobre todo con la exploración física.
La mayoría de hombres sienten dolor en el pene o incurvación progresiva. En esa situación, la exploración física suele demostrar una placa de fibrosis palpable, a menudo en la faceta dorsal del pene.
El diagnóstico de la enfermedad de Peyronie se hace, normalmente, basado en la historia clínica y la exploración física. La mayor parte de hombres explican una historia de dolor en el pene o una incurvación progresiva, en ocasiones relacionada con un traumatismo sobre el pene en erección. En esa situación, la exploración física suele demostrar una placa de fibrosis palpable, muy a menudo en la faceta dorsal del pene.
Otras exploraciones que se suelen pedir son:
En general solemos utilizar cuestionarios para establecer la calidad de la función eréctil y del deseo sexual. Existen también cuestionarios que exploran la enfermedad de Peyronie. Son especialmente importantes este tipo de recursos en fase activa y antes de la tratamiento, para contar con un punto de partida más o menos objetivo sobre el que pode medir la progresión de tratamiento. Tradicionalmente se han utilizado varias exploraciones complementarias en el estudio del Peyornie, aunque su utilidad es limitada.
Además, es importante establecer la presencia de otras enfermedades fibrosantes como la enfermedad de Dupuytren, la enfermedad de Ledderhorse y la fibrosis retroperitoneal, tanto en el paciente como en la familia de éste. Sabemos que estas enfermedades están emparentadas con el Peyronie y su presencia aumenta el riesgo de padecerlas. Por el contrario, el hecho de tener alguna de esas enfermedades también acrecienta el riesgo de tener Peyronie. Pero no solo eso, la existencia de algunas de estas enfermedades entre parientes está relacionada con un aumento significativo del riesgo de presentar enfermedad de Peyronie.
Una de las primeras cosas que el médico debe determinar es si la enfermedad se encuentra en fase activa o estable. La fase activa suele durar entre 9 y 12 meses, y se caracteriza por dolor en el pene y cambios en el mismo (que pueden ser más o menos incurvación, problemas de erección, acortamiento de pene o deformidad en reloj de arena). Uno de cada 20 hombres con enfermedad de Peyornie van a presentar dolor crónico, que no suele ser muy intenso, pero que rebasa el límite de 12 meses que suele comprender la mayor parte de hombres con fase activa de la enfermedad.
Un punto que es importante aunque no suele conllevar dificultad es la diferenciación entre la fibrosis peneana por enfermedad de Peyronie -que puede producir incurvación-, con la incurvación congénita de pene o pene combo. El pene combo es congénito, y se caracteriza por incurvación de pene desde el nacimiento del niño, a menudo en ausencia de fibrosis o ningún otro síntoma de daño en el pene.
Multicenter Prospective Study of Grafting With Collagen Fleece TachoSil in Patients With Peyronie’s Disease.
Sí, existen dos enfermedades que pueden producirlo: la enfermedad de Peyronie y la incurvación congénita de pene.
Hay 5 síntomas que puede producir el Peyronie: dolor en el pene, incurvación, acortamiento, disfunción eréctil y “estrangulamiento” del pene (también se conoce como deformidad en reloj de arena).
Parece que existen varios genes que pueden aumentar el riesgo de tener Peyronie. O sea, que tiene un fuerte componente genético. Por otro lado, algunos hombres explican que tras una relación sexual intensa -a veces tras un crujido del pene- empezaron a notar molestias.
No. Lo más común es que sea una placa de fibrosis. Típicamente aparece en el pene y es levemente dolorosa a la exploración.