Hay que descartar cualquier otra enfermedad antes de diagnosticar correctamente la vejiga hiperactiva.
La vejiga hiperactiva afecta en torno al 25% de las mujeres y el 20% de los hombres. Aun así, existen muchos casos sin diagnosticar debido a que los pacientes no le dan importancia, consideran que es normal o les da vergüenza acudir al especialista.
La vejiga hiperactiva se caracteriza por la presencia de urgencia miccional -con o sin incontinencia urinaria- asociada a un aumento de la frecuencia diurna y nocturna de orinar. Para su diagnóstico, el médico debe documentar todos los síntomas y signos presentados por el paciente y excluir la existencia de otras patologías que podrían causar los síntomas
En la evaluación inicial de pacientes con vejiga hiperactiva se debe incluir:
Es fundamental en la evaluación inicial y debe recoger el tipo, tiempo y gravedad de los síntomas, así como la presencia o no de incontinencia urinaria. Además, debe permitir diferenciar la incontinencia urinaria de urgencia de la incontinencia urinaria de esfuerzo y de la incontinencia urinaria mixta.
Es importante reflejar los síntomas de forma clara y evitar términos ambiguos de manera que no pueda ser objeto de confusión. Por ejemplo, debe recoger la frecuencia miccional diurna, horas entre micciones, frecuencia miccional nocturna, número de veces que se levanta a orinar por las noches.
Asimismo, la historia clínica debe incluir cualquier patología que pueda presentar el paciente, así como los tratamientos farmacológicos que recibe para comprobar si pueden tener algún impacto sobre los síntomas de vejiga hiperactiva o causarlos.
Por otro lado, se debe detectar posibles síntomas y/o antecedentes que sugieran la necesidad de derivación para un estudio en más profundidad. Si existe la presencia de dolor hipogástrico o perineal, antes, durante o después de la micción, el paciente no debe ser catalogado dentro del síndrome vejiga hiperactiva
Incluye exploración abdominal para detectar aumento del volumen de la vejiga o la presencia de otras masas abdominales.
En varones, se debería realizar tacto rectal y en mujeres se debe evaluar el estatus estrogénico y la posible presencia de prolapso (descenso de los órganos pélvicos debido al debilitamiento del suelo pélvico).
Se realiza para descartar la presencia de infección en el tracto urinario o hematuria. El sedimento de orina debe realizarse para estar seguros de que no existe una alteración orgánica en la vejiga que causa los síntomas: infección de orina, hematuria, leucocituria, sospecha de litiasis vesical.
Los diarios miccionales son una herramienta fiable para la medida del volumen miccional, la frecuencia urinaria y los episodios de urgencia miccional e incontinencia. Además, sirve para medir la evolución y los resultados tras el tratamiento.
Basados en escalas de puntuación y cuestionarios de síntomas validados en español que han demostrado ser útiles para medir los cambios en la situación de los pacientes. Esta herramienta permite medir la gravedad de los síntomas, así como cribar o clasificar la incontinencia urinaria en caso de que existiera y ayudar a determinar si se necesita un cambio en el tratamiento.
Por otro lado, el impacto de los síntomas de la vejiga hiperactiva en la calidad de vida es un aspecto importante en su manejo.
La vejiga hiperactiva, a diferencia de la incontinencia urinaria de esfuerzo, no tiene un componente tan marcado con la edad, por lo que aparece también en personas jóvenes.
La vejiga hiperactiva se relaciona con contracciones involuntarias de músculo vesical, por lo que los ejercicios de rehabilitación van focalizados hacia la vejiga.
Los hombres también tienen síntomas de vejiga hiperactiva y debe plantearse tratamiento específico para ello.
Además de medidas higiénico-dietéticas, existen fármacos orales y en parches específicos para el tratamiento de la vejiga hiperactiva. El uso de toxina botulínica también es útil para manejar la vejiga hiperactiva.
Cirugía laparoscópica combinada para el tratamiento del prolapso de órganos pélvicos y la incontinencia urinaria recurrente