El tumor testicular presenta altas tasas de curación gracias al diagnóstico precoz y la buena respuesta a los tratamientos.
El tratamiento estándar del tumor testicular consiste en la extirpación del testículo a través de una incisión en la ingle. En la misma cirugía se puede realizar la implantación de una prótesis de testículo con un fin estético.
El tumor testicular presenta altas tasas de curación debido a la buena respuesta a tratamientos quirúrgicos y con quimioterapia, al diagnóstico precoz y al tratamiento de uro-oncología.
El tratamiento estándar del tumor testicular es la orquiectomía radical vía inguinal. Consiste en extirpar el testículo a través de una incisión en la ingle para evitar abrir la piel del escroto y evitar el cambio del drenaje linfático que hagan salir células tumorales. En la misma cirugía se puede realizar la implantación de una prótesis de testículo con un fin estético, que no aporta comorbilidad extra ni deteriora los resultados oncológicos.
Una vez extirpado el testículo -total o parcialmente- se remite a anatomía patológica para su examen. A través del análisis podemos determinar el tipo de lesión para plantear un tratamiento posterior. Aunque el tratamiento no suele ser necesario en fases tempranas de la enfermedad, es recomendable en algunos tipos de tumores o si el cáncer ha salido del testículo.
La cirugía conservadora es la tumorectomía o exéresis únicamente del tumor, conservando el resto del testículo. Este procedimiento solo está indicado en pacientes con tumores en ambos testículos o en pacientes con un solo testículo, con niveles de testosterona normal, siempre y cuando el tumor no ocupe más de 1/3 del volumen testicular.
La linfadenectomía retroperitoneal consiste en extirpar la masa ganglionar metastásica o los ganglios linfáticos que rodean los grandes vasos (arteria aorta, vena cava) hasta las arterias renales. Se debe intentar conservar los nervios eyaculatorios.
Los tumores testiculares son muy quimiosensibles, por lo que se obtienen buenos resultados con la administración de quimioterapia, aunque exista una siembra metastásica de la enfermedad. Ésta se administra tras la orquiectomía de forma profiláctica en pacientes de alto riesgo o para tratar una enfermedad diseminada.
La radioterapia solamente es útil en los tumores seminomatosos por su alta radiosensibilidad.
Tras el tratamiento es preciso un seguimiento estrecho mediante marcadores tumorales, TAC y exploración para descartar recidivas tumorales.
Metastatic testicular cancer presenting with hematuria and flank pain
Pueden ser muchas cosas. El tumor de testículo es poco frecuente, pero sabemos que un diagnóstico a tiempo es curativo casi al 100%. Por tanto, pide visita para que podemos explorarte y hacerte una ecografía.
Si, la gran mayoría de los cánceres de testículo se curan. Cuanto antes hagamos el diagnóstico, más posibilidades de curarlo con el mínimo tratamiento.
Primero hacemos cirugía para determinar el tipo de tumor y su extensión local. Después, en función de varios factores, puede ser que hagan falta otros tratamientos.
Es una posibilidad, aunque no es siempre así. Muchos hombres jóvenes preservan esperma antes de la cirugía para poder disponer de espermatozoides sanos en el momento que se planteen tener descendencia.