Una persona con un catéter doble J puede hacer una vida más o menos normal en la medida en la que el catéter lo permita. Se recomienda beber abundante agua o líquido y evitar aguantarse mucho las ganas de orinar. En cuanto al ámbito laboral, un catéter doble J no impide trabajar, siempre y cuando el trabajo no sea excesivamente físico. Tampoco habría inconveniente en hacer ejercicio, pero podría tener asociadas una serie de consecuencias como sangre con la orina.
Se debe hacer una dieta sana, variada, mediterránea, abundante en agua, evitar la sal, no sólo la que se añade, sino también la que proviene de algunos alimentos como el fiambre, evitar también los azúcares y reducir la ingesta de grasas saturadas.
Respecto a esto se han hecho muchos estudios. Lo que se ha logrado decir es que, si el agua que se bebe del grifo es buena, con poca calcificación, no habría problema en cuanto a la creación de cálculos. Si se trata de agua mineral, que se compra en los supermercados, es importante mirar la etiqueta y adquirir aquella que menos concentración de sodio contenga.
Se puede generar la pérdida de la unidad renal en aquellos pacientes con piedras que dan pocos síntomas o no llegan a dar, ya que van creciendo de forma muy silente y haciéndose grandes.
Estudio comparativo entre láser de Holmium y láser superpulsado de Thulio para el tratamiento de la litiasis renal.