¿Cómo se diagnostica el cáncer de próstata?
Un diagnóstico bien realizado y en el momento adecuado puede salvarte la vida. Contamos con los mejores especialista de en la unidad, con tratamientos pioneros basadas en las últimas investigaciones y la tecnología más innovadora para mejorar tu calidad de vida.
El diagnóstico del cáncer de próstata se realiza mediante una serie de pruebas:
Si se detecta alguna anormalidad en las pruebas anteriores, se puede indicar la realización de otras pruebas, como las siguientes, para determinar si se tiene cáncer de próstata:
Cuando la biopsia confirma la existencia de un cáncer de próstata, el siguiente paso es determinar su nivel de agresividad (grado). Un mayor grado indica un cáncer más agresivo con mayor probabilidad de metastatizar o propagarse rápidamente. Con el fin de determinar la agresividad del tumor, las técnicas utilizadas incluyen:
Aparte de estas pruebas, hoy en día, también se dispone de test diagnósticos que facilitan la detección del cáncer de próstata antes de padecer sintomatología: pro-PSA, 4kalicreinas, PCA-3, MDX y otros.
Una vez que se haya confirmado el diagnóstico, si hay sospecha de que el cáncer puede haberse extendido más allá de la próstata, pueden recomendarse pruebas de diagnóstico por imágenes como TAC abdominal y Gammagrafía ósea para descartar la presencia de afectación de ganglios linfáticos, afectación de órganos y metástasis ósea.
Salvage lymph node dissection in patients with prostate cancer treated with radical prostatectomy or radiotherapy and positive choline positron emission tomography (PET/CT) scan
Es recomendable hacer un PSA a los 50 años. Si en tu familia tienes antecedentes de cáncer de mama o próstata, tal vez sea razonable empezar el control hacia los 40 años.
Es suficiente con la realización de PSA y un tacto rectal –especialmente si el PSA es superior a 2,5-. En algunas ocasiones se puede realizar ecografía, flujometría o incluso tests genéticos para estudiar distintos aspectos de la próstata.
Es normal estar asustado, pero tenemos muchas opciones para conseguir curar. En función de las características del tumor, podemos plantear tratamiento focal, prostatectomía o radioterapia. Las curaciones son muy altas, pero tenemos que analizar cuidadosamente los pros y contras de cada una.
Las más comunes son la disfunción eréctil y la incontinencia. Es especialmente importante que el cirujano tenga mucha experiencia para poder respetar los nervios que dan la erección, puesto que esto se ha relacionado con mejor erección y mejor continencia.